Escribo túneles de palabras en la carretera zigzagueante de la tarde . Una vez más regresando a la boca del lobo de donde tal vez no debí huir el día que no recuerdo. Tortuosas sílabas con baches que no van hacía tí, que no hay retorno, que de mi corazón huiste y ya no te conozco. Si te cruzas conmigo en una acera, disimula, hazme creer que mi llanto no fue vano. Hazme pensar que como dos desconocidos podemos quedar a tomar algo alguna noche, en el zagüan de la vida que aun nos queda, en la antesala de lo que nunca ha sucedido, en el hall del pasillo eterno como si aún no lo hubiesemos recorrido.
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