sábado, 9 de junio de 2007

De los Surcos AgriDulces que Surcaban las Lágrimas que Nunca Jamás Volverán a Ser Derrotas Derramadas

Surcos como surcos, surcos como años, surcos como taxis en la madrugada incipiente, surcos que son aureolas del ángel de los semáforos daltónicos, surcos amarillos pero grises, grises surcos, luces cortas en la nostalgia alumbrando espejos en los escaparates que me venden mi yo distorsionado de amor que no me duele, surcos de corazones de ases arrepentidos, surcos que son surcos en los carriles de las noches que de pronto amanecen.

Yo mientras duermo. Y amanece otra noche.


Surcos de agua, surcos de la huella del agua en las plazas, surcos, guirnaldas, carátulas de piedra, de piedra mi nostalgia, de gárgola mi mirada seca, surcos en la nada en la que nunca volveré a recordar los surcos que herirán tu cara de niña desconsolada.

Yo mientras duermo. Y amanece otra noche.







Venga Carol, niña, no me llores que a mi no me quedan lágrimas. Que yo estoy durmiendo hasta que amanezca otra noche de surcos en las casas de esta ciudad cómplice que de noche me acompaña.


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