domingo, 17 de junio de 2007

K_DaTe (0 del dicho al hecho va mucho trecho)

He visto esta tarde tus ojos de gata helada en un charco de agua junto a los míos.

Eran tus ojos niña, tus ojos de gata nocturna, recorriendo esquinas tras las farolas.

Por que tus ojos de gata lastiman y mi alma maulla malherida cierro la boca, relajo el pulso, como un caballo viejo he aceptado mi derrota.

No te quedes atrapada en las palabras de mis visiones. NO me mires con esos ojos de gata pervertida, hipócrita mujer, te dejé libre. Ya no te recuerdo. ¿Te acuerdas?

No te atrevas de nuevo a reflejar mi herida en tu caleidoscopio de ojos de ágata de gata abandonada en el placer de mi desconsuelo.

Si no vas a quedarte, no regreses. No me tientes, que la noches es joven y la vida es bella. Ya no te amo, ni jamás te recuerdo cuando te escribo las cartas invisibles que he borrado del disco duro de la historia imposible que un día para ti hube inventado.

Quédate lejos, tan lejos que no me atreva a decir que te quise, que te quiero, que cuánto podría haberte querido todavía. Pero no vuelvas.

Coje el coche y fúgate a la carrera que ya no quedan taxis en la niebla. El verano va a descongelar mi al alma congelada y el licorvino que me bebo es solo mío.

Mi casa es solitaria. La felicidad me roza a cada instante cuando creo que te has ido.

No regreses cerca.

Quédate lejos.

No hay comentarios: